«Al maestro con cariño”
Educando por el arte: expresión plástica en niños y niñas escolares
Escriben Mario R. Pareja[i], Cecilia Gallo[ii] y Cecilia Iturria[iii]
Durante el año escolar 2024, el Centro Cultural Miguel Ángel Pareja está ejecutando el proyecto “Educación por el arte: expresión plástica en niños y niñas escolares”, con el apoyo de la Fundación Itaú[iv], en las escuelas públicas No. 89 de La Paz y Nos. 157 y 317 de Las Piedras. Para educar por el arte, el Proyecto se fundamenta en el modelo pedagógico de la “nueva escuela o escuela activa”, utilizando talleres en los cuales los escolares son guiados para expresarse artísticamente. Para despertar la creatividad de los/as niños/as se utilizan obras de Miguel Ángel Pareja y otros artistas uruguayos, como Leonilda González, Petrona Viera, Joaquín Torres García, Pedro Figari y Juan Manuel Blanes. Las experiencias y resultados del Proyecto serán sistematizados y difundidos a la comunidad educativa como contribución a los programas y políticas de educación artística en enseñanza primaria.
Educación artística
La comunidad educativa reconoce que la educación artística, a través de la sensibilización, percepción y expresión plástica, contribuye a la formación de los niños/as y jóvenes. La importancia de la enseñanza del arte en edades tempranas ha sido históricamente reconocida y, a raíz de recientes debates sobre modelos pedagógicos, reevaluada y revalorada. En la “Conferencia Mundial sobre la Educación Artística y Cultural “–Abu Dhabi, febrero 2024–, UNESCO aprobó, recientemente, un nuevo “Marco para la Educación Cultural y Artística”. En su presentación, la Directora General de UNESCO, Audrey Azoulay, afirma que “La educación artística ayuda a los alumnos a desarrollar la inteligencia emocional, la creatividad y el pensamiento crítico. Mejora su bienestar y sus resultados académicos. La educación artística también promueve la apertura a los demás y el respeto a la diversidad en la sociedad en general””. En momentos en que el paradigma educativo parece ser la enseñanza basada en competencias es de señalar que “Aunque no es su objetivo principal, la educación cultural y artística cultiva competencias como la capacidad de observación, la colaboración y la reflexión, que favorecen la creatividad y la adaptabilidad, y son cada vez más valoradas en el mercado laboral moderno”. Ella aporta también en aspectos socioemocionales de los educandos, fomentando la empatía, comprensión y tolerancia intercultural. “La participación en actividades artísticas también se ha relacionado con un mayor compromiso cívico, tolerancia social y comportamientos respetuosos con la diversidad. La educación cultural y artística involucra a los educandos con el patrimonio”.
La inquietud de dos ex alumnas de la Escuela Nacional de Bellas Artes (ENBA), influenciadas por su formación artística y basadas en sus experiencias en talleres de expresión plástica con niños, condujeron a una revisión de las metodologías educativas propuestas o utilizadas en el pasado, incluyendo aquellas ensayadas en Uruguay. De las experiencias de ENBA y de la revisión bibliográfica surgieron, con convincente fuerza teórica y práctica, las reflexiones sobre educación por el arte de Miguel Ángel Pareja compendiadas en el libro “Escritos sobre arte y educación”. Durante su gestión como Director de ENBA, Pareja planteaba que el dilema de la educación artística era entre un modelo de enseñanza que colocaba al alumno de bellas artes en “un proceso aconsejado y reconocido como bueno, que no admitía desviaciones a la tesitura general marcada”, y otro que lo estimula a conocerse, auto descubrirse y buscar su propio camino expresivo[v].
Esta nota es un resumen del ensayo –publicado recientemente– que describiendo el Proyecto “Educación por el arte: expresión plástica en niños y niñas escolares”, los principios de la “nueva escuela” o “escuela activa” que lo fundamentan y presenta a su ejecutor, el Centro Cultural Pareja.
Centro Cultural Miguel Ángel Pareja
La Asociación Civil Centro Cultural Miguel Ángel Pareja” se instituyó en 2011, con sede en Las Piedras, con el propósito de preservar, investigar y difundir la obra del artista plástico –pintor, ceramista, muralista, mosaiquista y diseñador—, pedagogo y pensador Miguel Ángel Pareja[vi]. La Asociación es depositaria de 58 de sus obras –38 cuadros, 7 cerámicas, 7 mosaicos, 5 telas estampadas y 1 tapiz–, una colección patrimonial seleccionada por el propio Maestro Pareja como representativa de su evolución plástica y estética. Este acervo del Museo Pareja es la plataforma artística de los programas educativos del Centro Cultural. La Asociación administra la Editorial El Torito, con tres libros publicados, entre ellos el de Miguel Ángel Pareja “Escritos sobre arte y educación” y gestiona el Centro Cultural.
Desde el año 2012 el Centro Cultural Miguel Ángel Pareja realiza extensión cultural — exposiciones de arte visual, presentaciones de libros, conferencias y mesas redondas, teatro, espectáculos de música, ballet, danza, títeres– y educación artística –cursos y talleres anuales de expresión plástica para niños/as y adultos, historia del arte, pintura, escultura, cerámica, teatro, literatura, música instrumental y coral, danza y ballet. Su público objetivo son más de 120.000 habitantes del Eje Sur de Ruta 5, ciudades de Las Piedras, La Paz, Progreso, 18 de Mayo, zonas rurales cercanas y la región Norte del Área Metropolitana de Montevideo. En estos 11 años, se han beneficiado más de 50.000 personas, incluyendo hombres y mujeres, niños/as y jóvenes que normalmente tienen limitado acceso a bienes y servicios culturales de calidad. El Centro trabaja en redes colaborando con instituciones locales educativas –escuelas primarias, escuelas técnicas y liceos, talleres de arte— públicas y privadas, organizaciones de la sociedad civil –centros barriales, comisiones de fomento, clubes sociales y deportivos, organizaciones de benevolencia, como Rotary y Leones– y empresariales. Coordina, con docentes y autoridades de la enseñanza, la participación –visitas mediadas a exposiciones y charlas culturales– de estudiantes. Recibe el apoyo de los gobiernos –municipal, departamental y nacional– y con ellos coordina actividades culturales. La gestión cultural la realizan vecinos/as y amigos/as, todos/as honorarios/as, y sus autoridades son elegidas por los/as socios/as. Un grupo, conformado por docentes –maestro/as, profesores/as–, artistas y amigos de la cultura lo asesoran en su gestión cultural y administrativa. Se financia con aportes de los gobiernos, nacional –MTOP y MEC—, departamental –IdeC- y Municipal -Las Piedras–, y con contribuciones de socios/as, de los/as profesores/as y empresas privadas locales.
El Centro ha acumulado experiencia en programas artístico-educativos tanto con adultos como con niños/as y jóvenes. En 2015, llevó a cabo un original programa, “Arte en Plataforma Digital”(APD), en el cual niños/as de escuelas de Las Piedras, orientados por un artista y un especialista en computación e inspirados por obras de arte de Kandinsky, Mondrian y Miró, utilizaron sus Ceibalitas para crear obras de arte. Desde el año 2023, el Centro ofrece talleres de expresión plástica infantil con la metodología de la escuela activa.
Miguel Ángel Pareja: educando por el arte
Miguel Ángel Pareja fue artista plástico –pintor, ceramista, muralista, mosaiquista y diseñador— y pedagogo –investigador, estudioso y analista crítico de la educación del arte. Ejerció la docencia en liceos de enseñanza secundaria y en la ENBA, en donde fundó y orientó el taller de mosaico, y dirigió la Escuela durante ocho años. Para él, “La educación (es) un acto de amor y de coraje; es una práctica de la libertad humana dirigida hacia el mundo y la sociedad a las que no se teme, no se acepta como predeterminada, sino que se busca transformar, por solidaridad, por espíritu fraterno”. “Educar por el arte’ es tomar el arte como instrumento de educación”
Para Gabriel Peluffo –arquitecto, crítico e historiador del arte– “El maestro Pareja constituye uno de los pilares fundamentales de las artes plásticas en Uruguay durante el siglo XX, no solamente por la diversidad y calidad de su obra como artista, sino también por la relevancia social de su pensamiento y de su trabajo en el campo pedagógico”. Juan Mastromatteo, artista y profesor de arte, afirma que “Además de un Maestro como pintor, Miguel Ángel fue un pensador. Si hay algo que nos falta es leerlo”. El Proyecto es resultado de una detallada lectura de sus escritos, así como los de otros pedagogos, y fruto de la experiencia de dos jóvenes artistas formadas bajo las concepciones educativas de la ENBA.
Pareja fue influenciado por el pensamiento del filósofo y educador, Herbert Read, que proponía que la autoexpresión, la observación y la apreciación eran los pilares fundamentales de la educación estética. Según Peluffo otros pensadores también lo influenciaron: “releyendo sus escritos y analizando sus reflexiones, se descubre la notoria influencia de las ideas pedagógicas de Figari¨. La propuesta pedagógica de Figari, según Cuadra Cantera, “recupera la tradición de enseñar y nos vuelve al camino donde no se distancian el trabajo manual del cultivo intelectual, sino que se fusionan y fortalecen, adelantándose a los revolucionarios postulados de la Bauhaus”. El enfoque pedagógico de Pareja coincidía con el de Figari. “El pragmatismo de Figari en su labor de pedagogo tiene una raíz antropológica que lo lleva a comprender al ser humano como integrante y partícipe de una comunidad social, circunscripta en un territorio determinado que lo condiciona, lo individualiza y, al mismo tiempo, lo acerca a otras comunidades de comarcas diferentes, para volverlo igual. La enseñanza debe ser un lugar de encuentro consigo mismo”. Y, para logarlo la absoluta libertad individual es un requisito ineludible.
La escuela activa era el modelo pedagógico que seducía a Pareja, pero advertía que “recién se logra cuando se plantea en forma terminante el abandono de una enseñanza académica o tradicional, que se basa en la imposición de las ideas, por otra que tiende a rescatar lo original y propio de cada individuo. Eso significa que el estudiante es el personaje y el motivo más importante del planteo educacional. La tarea debe estar radicada en la formación de auténticos individuos con un concepto amplio y profundo de la libertad”. Frente a las propuestas de la escuela activa, él se preguntaba ¿cómo es posible que a nadie se le haya ocurrido llevar eso al arte, a la enseñanza del arte?”. Para Pareja, “No ha habido una sola experiencia que, partiendo de una inquietud educativa, se preocupe del arte como instrumento de liberación individual y popular en pos de un camino inédito o particular que signifique un hecho cultural. Solamente Figari, primero, y luego la Escuela Nacional de Bellas Artes han ensayado estas ideas”. Mastromatteo concluye que “su pensamiento pedagógico, se ilumina con la obra de algunos filósofos que marcan nuevos caminos en el ámbito educativo y que, históricamente, conocemos con el nombre de nueva escuela, o escuela activa”.
Escuela activa
En los años 20, se manifiesta en Uruguay un movimiento renovador de la enseñanza primaria basado en el modelo pedagógico de la “nueva escuela o escuela activa”. Los intelectuales que dan origen a esta propuesta son, “entre otros, John Dewey, María Montessori, Ovide Decroly, Célestin Freinet, filósofos y pensadores de talla universal, escritores como José Ortega y Gasset, Henri Barbusse, Romain Rolland y, en nuestro medio, figuras de la dimensión de José Enrique Rodó, Carlos Vaz Ferreira, Pedro Figari, y el maestro y pedagogo Sabas Olaizola”. Los ejes de la “nueva escuela”, propuestos por Ovidio Decroly, son observación, asociación y expresión. En Uruguay, su proponente, el pedagogo Sabas Olaizola los complementa: “Para educar es necesario llevar al medio escolar valores culturales reales: en lo teórico ciencia, en lo estético arte, en lo económico acción y sentido, y en lo moral vida”.
En 1925, Olaizola concreta la nueva propuesta pedagógica fundando la Escuela Experimental de Las Piedras. Su principio rector fue el aprender experimentando y haciendo. “Sólo lo que es vivido es aprendido. Imaginemos la diferencia que hay entre aprender lecciones de agricultura, y hacer agricultura aunque sea rudimentaria; en el primer caso, los métodos clásicos pretenden instruir en la materia; nosotros decimos que no logran eso, pues esa enseñanza no sirve después; en el segundo caso, en hacer agricultura, ocurren hechos diversos: responsabilidad moral, esfuerzo corporal, problemas, dificultades, fracasos, éxitos, etc.; decimos que aquí hay educación, y nadie podrá dudar que el alumno se instruye además”.
Esa primera escuela experimental de Olaizola, fue sucedida, en 1927, por otra en Malvín, fundada por Olimpia Fernández y, en 1928, Otto Niemann, estableció otra en Progreso con propuestas pedagógicas renovadoras: “Una escuela donde el niño participa activamente y no como un simple receptor de conocimientos. Todo aprendizaje parte de un centro de interés por el cual se escogen los puntos de mayor vinculación afectiva entre el medio exterior y la vida del niño. Se apuntó al interés y la realidad de cada escolar con el fin de permitirle al educando acercarse al conocimiento pero no de una forma meramente teórica sino dinámica y participativa. En otras palabras, vivir el saber a partir de su contacto y experiencia con él”.
Ex post, Olaizola reflexionaba “Nuestra propia definición de la obra educativa que hemos realizado en diez años es esta: una escuela nueva en formación; he ahí lo experimental para nosotros. La denominación de Experimental significa libertad para modificar, en el sentido de hacer, pues entendemos como Escuela Nueva un mundo infantil que evoluciona a medida que nuevas respuestas de la ciencia iluminan los problemas pedagógicos del medio educativo en formación” .
La experiencia de las escuelas experimentales en Uruguay se ha ido diluyendo sin una evaluación profunda de lo que ellas aportaron a la enseñanza primaria. Sólo nos queda el testimonio de los maestros que ejercieron en ese ambiente pedagógico y el de los alumnos que asistieron a estas escuelas (El primer autor de este ensayo es ex alumno de la Escuela Experimental de Las Piedras de la cual retiene profundas enseñanzas de vida además de muy gratos recuerdos). La lección aprendida es que “No se trata de enseñar, dictando normas, sino de educar, formando niños y jóvenes, los ciudadanos adultos del mañana y esto es a nuestro entender una educación por el Arte, en síntesis una educación para la libertad. `Educar por el arte` es tomar el arte como instrumento de educación”.
En la década de los 60, otro pedagogo uruguayo, Jesús Aldo Sosa Prieto, Jesualdo, intentó, inspirado en las “teorías de Freud, Aníbal Ponce, Piaget, Vigotski y Wallon”, introducir en la enseñanza escolar un enfoque diferente. Él proponía la adaptación de la escuela al medio y de los métodos didácticos a la expresividad del niño, y promovía lo que se dio en llamar la “pedagogía de la expresión”. Planteaba que la escuela podía ser más eficaz si invertía el proceso educativo y, “partiendo del mundo expresionista del niño” ponía los conocimientos a su servicio”. Para Reyes Barrena “La misión de Jesualdo fue estudiar la expresión de los niños. Poder ayudarles para que nadie impidiera el libre desarrollo de su espontaneidad. El niño, como ser humano, es un manantial de valores artísticos, intelectuales y morales. Y esta energía se pierde, no sirve a la sociedad, porque el individuo no puede socializarla mediante la expresión”.
La “pedagogía de la expresión” de Jesualdo y la “nueva escuela” de Olaizola tienen varios puntos en común pero uno de ellos es el más relevante. En ellas el estudiante es el personaje central, la metodología educativa se adapta al educando y no viceversa y el objetivo es la formación individual basada en la observación, la experimentación y la libertad de expresión.
En la misma década de los 60, llegaban a la ENBA, junto a las experiencias de las propuestas educativas de Olaizola y Jesualdo, los aportes a la enseñanza de las artes hechos por teóricos como Decroly, Dewey, Read y otros más cercanos como Figari. Los aportes teóricos, junto a las experiencias, fueron incorporados a una reforma educativa que, luego de intensos debates, se concretó en el nuevo plan de estudios de la Escuela. Si bien este fue resultado de una tarea colectiva, con docentes y estudiantes aportando y colaborando, Miguel Ángel Pareja y Jorge Errandonea fueron conspicuos referentes de esta construcción pedagógica.
Para Pareja, en ese momento Director de la Escuela, “la dificultad no está en enseñar sino en cómo hacerlo. La sola actitud docente que admitimos y asumiremos es la que conduce a reconocer en el estudiante sus derechos a ser respetados, sus inclinaciones y preferencias, poniendo nuestro conocimiento como un resultado al cual debe llegar por sí mismo como fruto de su experiencia, con toda la carga personal que lo hará vigente y válido, como auténtica revelación. La función del docente deja de ser la trasmisión de conocimiento para convertirse en un agente motivador y dinamizador”. El docente pasó de ser el catedrático a facilitador del proceso de aprendizaje. La enseñanza activa en los talleres del plan de estudios actual de ENBA, estimulan al educando para que, a través de la experimentación e investigación, se autodescubra como creador plástico.
“Durante la dictadura militar, con la ENBA cerrada por el régimen desde 1973 hasta 1985, las concepciones pedagógicas que se originaron en el proceso de la Reforma no sólo sobreviven, sino que dentro de este contexto, recorren un trayecto generando acciones de resistencia cultural”.
El Proyecto del Centro Cultural Pareja ha sido desarrollado con los aportes teóricos de intelectuales y pedagogos, las enseñanzas de la escuela activa y las experiencias de las escuelas experimentales y de ENBA. El Proyecto está llevando a escuelas de la periferia del Área Metropolitana de Montevideo una metodología de enseñanza del arte que, aunque ya probada y validada, está poco generalizada en la enseñanza primaria.
Expresión plástica de escolares
La cultura contribuye a la educación cívica y, a través de la puesta en valor del patrimonio común, a la cohesión social de la comunidad. El Centro Cultural Miguel Ángel Pareja, con el apoyo de la Fundación Itaú, lleva la cultura y la educación por el arte a una zona periférica del Área Metropolitana de Montevideo.
La Asociación Civil Centro Cultural Miguel Ángel Pareja considera que la enseñanza artística es fundamental y esencial en la educación integral de los/as niños/as escolares. El propósito (fin) del Proyecto es sensibilizar y promover la creatividad artística de niños y niñas para su desarrollo integral y validar una metodología para la educación artística de escolares. Su objetivo general es educar por el arte a aproximadamente 100 escolares, de segundo a sexto grado, en tres escuelas de Las Piedras y La Paz, Canelones. Sus objetivos específicos son (1) estimular la creatividad infantil con tres tipos de talleres de enseñanza activa: a) de percepción, sensibilización y experimentación; b) compartiendo la obra de Miguel Ángel Pareja; y c) compartiendo a Leonilda González, Petrona Viera, Pedro Figari, Joaquín Torres García y Juan Manuel Blanes. (2) Difundir el arte de artistas nacionales. (3) Sistematizar la experiencia de los talleres. Y (4) Difundir la metodología y sus resultados a través de presentaciones, publicaciones, un audiovisual y un programa de televisión a ser realizado por El Monitor Plástico.
La metodología de escuela activa utilizada en los talleres promueve que niños y niñas se autodescubran como seres creadores. La meta docente es despertar sus intereses, energías y facultades expresivas así como fomentar la cooperación entre ellos para fortalecer el espíritu comunitario solidario. Los talleres no “enseñarán” arte porque, siguiendo a Pareja, “La actividad creadora no es enseñable. Lo enseñable del Arte son las técnicas”.
Los talleres son facilitados por artistas docentes que guían al educando en su experimentación estimulando su expresividad como artista creador/a. Las talleristas enfrentan el desafío de “despertar aptitudes sensibles” para que los niños/as encuentren su propio camino expresivo. “La función del docente deja de ser la trasmisión de conocimiento para convertirse en un agente motivador y dinamizador que genera la búsqueda, la experimentación, el estudio y la investigación del estudiante”. “No se trata de enseñar, dictando normas, sino de educar, formando niños y jóvenes, los ciudadanos adultos del mañana y esto es a nuestro entender una educación por el Arte, en síntesis una educación para la libertad. `Educar por el arte ‘es tomar el arte como instrumento de educación” .
Epílogo
Uno de los ejes del Proyecto es la «polinización cruzada”, articulando la educación escolar con el arte plástico y armonizando contenidos culturales con educativos. “La educación artística ayuda a los alumnos a desarrollar la inteligencia emocional, la creatividad y el pensamiento crítico, cultiva la capacidad de observación, la colaboración y la reflexión, que favorecen la creatividad y la adaptabilidad”. En el modelo pedagógico de la nueva escuela, que el Proyecto propone, “el estudiante es el personaje y el motivo más importante del planteo educacional”. La educación se adapta al educando con el objetivo de formar al individuo con base en la observación, la experimentación y la libertad de expresión.
Si bien existen iniciativas aisladas en enseñanza del arte basado en escuelas activas, experimentales, este modelo pedagógico aun no está generalizado. El Proyecto trabaja con niños/as de primaria, y con sus docentes/directores/as—para validar este marco metodológico. Se están generando conocimientos para la aplicación de esta metodología en la educación por el arte de escolares. Su impacto alcanzará no sólo a los escolares participantes sino también a los/as educadores/as que acompañan el proceso. Los productos del Proyecto –documento de sistematización, artículos para la prensa especializada y gacetillas, audiovisual y programa de TV El Monitor Plástico–, permitirán su difusión y replicación. Las evidencias metodológicas sobre educación de las artes en enseñanza primaria serán un aporte a las políticas educativas.
Coda: al maestro Pareja
“¿Cómo es posible que a nadie se le haya ocurrido llevar esto a la enseñanza del arte? No se trata de enseñar sino de educar formando niños y jóvenes porque el arte no es enseñable. Lo enseñable son las técnicas. El objetivo es formar auténticos individuos con un concepto amplio y profundo de la libertad a partir de los muchos valores artísticos del niño”.
[i] Ing. Agr., M.Sc., Ph.D. Secretario Ejecutivo de la Asociación Civil Centro Cultural Miguel Ángel Pareja.
[ii] Estudiante de ENBA. Egresada del Taller Laborde. Profesora de arte en su taller El Respiro y en el Centro Cultural Miguel Ángel Pareja.
[iii] Estudiante de ENBA. Profesora de inglés en DGEIP. Profesora de arte en el Centro Cultural Miguel Ángel Pareja.
[iv] El Proyecto “Educando por el arte: expresión plástica en escolares” fue presentado a la convocatoria 2023 y, luego de seleccionado, se está ejecutando durante 2024 con el apoyo de la Fundación Itaú.
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