Un museo único
Juan Castel, del Museo del Carnaval
La Mañana Cultura.
por Mary Ríos
El Museo del Carnaval está ubicado en la Rambla 25 de Agosto 218, esquina Maciel, en Montevideo. Se encuentra dentro del contexto de los museos de identidad, dado que su objetivo es valorar las tradiciones de una de las principales fiestas del Uruguay. Es administrado por la Corporación Nacional para el Desarrollo bajo la forma de fideicomiso que integran la Intendencia de Montevideo, el Ministerio de Turismo y el Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay. Entrevistamos al encargado del Centro de Documentación e Investigación del Museo del Carnaval, Juan Castel, quien nos explicó más detalles de esta área del centro cultural.
¿Cómo empezaste a gestionar este centro? ¿Cuáles fueron tus prioridades?
Yo trabajo desde el año 2007 en el Museo, prácticamente desde su apertura. Desde el principio estuve vinculado al área de comunicación y a partir del 2012 se crea el área Centro de Documentación e Investigación, pero sin recursos humanos asignados aún. Prácticamente entre el director del museo y yo íbamos haciendo las exposiciones. En el año 2015, Graciela Michelini, que era la directora del museo en ese momento, me asigna al área, ya que era tiempo de que tuviera gente y que se empezara a encaminar el acervo. A partir de ese momento estoy como coordinador de esa área. Al principio teníamos problemas edilicios, un acervo grande, todo guardado para preservar los materiales de la humedad, etcétera. En ese momento empezó a trabajar Gonzalo Alonso, que es bibliotecólogo y se comenzó a tratar de que los materiales estuvieran lo mejor posible a la vez que, en otra línea, se comenzaba con la investigación. Así fue como el área se fue consolidando dentro del museo.
¿Cómo se conformó el equipo? Hay varias áreas, entre ellas tú coordinas el Centro de Documentación e Investigación.
Al principio empezamos con Gonzalo Alonso y Alicia Rey (bibliotecóloga y comunicadora). Comenzamos a aplicar a proyectos para generar recursos, ahí se sumó Belén Pafundi, gestionando proyectos desde 2020 para generar fondos. Era el año 2021: Allí se pudo cambiar el techo del museo. Hubo que desarmar todo y armar todo el depósito desde cero. La prioridad fue comenzar con un inventario completo de cada uno de los objetos y de los documentos (lo que ya tenemos completo en documentos en papel y casi completo en vestuario) y eso nos ocupó los últimos tres años de trabajo. Eso fue armar un inventario nuevo. Aparte, seguimos tendiendo líneas de investigación y exposiciones. El museo tiene varias áreas. Algunas con más de una persona: Administración, Área Educativa, el Centro de Investigación y Documentación, Relacionamiento con la comunidad, y el área Comercial (tienda, alquiler de espacios y otros rubros que generan ingresos).
¿Qué distinciones han recibido? ¿Tienes algún centro como referente aquí en Uruguay o en el exterior?
Hemos recibido en el 2008 el Premio Museos del MEC por el proyecto Centro de documentación e investigación. En el 2009 ganamos el Premio internacional Reina Sofía en la categoría Patrimonio Inmaterial. También el del ICOM Uruguay en el 2010 como museo destacado del año. En el año 2017 el Premio Morosoli por el programa Tablados de barrio. También obtuvimos apoyos a proyectos de Iberarchivos de fondos internacionales y a una colección de libretos del siglo XX del carnaval uruguayo que presentamos a Unesco, lo cual es un galardón muy importante. En cuanto a centros de referencia no hay uno en particular que podamos citar como referencia. Tratamos de copiar buenas prácticas de museos locales de cómo exponen o modelos de archivo e investigación, pero no hay uno solo por ser el nuestro un museo bastante singular por el tema que aborda.
¿Tienen un acervo? ¿Hay donaciones?
Tenemos un acervo muy grande y variado, tiene objetos, textiles, archivos digitales, archivos en papel, fotografías, cintas, videos, instrumentos musicales. Donaciones, sí hay: generalmente donan familiares de gente que falleció y que estaba vinculada al Carnaval. La fuente más grande es cuando hacemos exposiciones. Ahí investigamos y salimos en búsqueda de determinados objetos, vestuarios, fotos, información, entrevistas, etcétera. Luego de la exposición, generalmente el producto queda ya como parte del acervo del museo.
Este tipo de gestión (fideicomiso) en la que intervienen tres entidades, ¿es novedosa en nuestro medio cultural? ¿Qué ventajas y desventajas tiene? ¿Qué hace falta para que se cumplan los objetivos?
Fue muy novedosa en su momento. Nace en la órbita de la Intendencia de Montevideo y en el 2009 se crea el fideicomiso Museo del Carnaval. En aquel entonces fuimos los únicos. Una mezcla de lo público y lo privado. Permite agilidad, generar recursos propios, en ese sentido tiene ventajas. Algunos de nosotros somos empleados privados con fines públicos. En el 2009, surgió esta modalidad de gestión con la meta de que pudiera cubrir buena parte de su presupuesto. Con el andar del tiempo fuimos viendo que era muy difícil mantener con recursos privados un museo. Eso pasa acá y en el mundo. Los que más recaudan generan un 30 o 40% de su presupuesto. El Estado debe apoyar, porque los museos tienen un trabajo que no se ve, como cuidar el acervo, por ejemplo, eso implica costos difíciles de solventar. No siempre se llega a cubrir el presupuesto y a veces hay que reforzar con partidas desde el Estado para poder cubrir la totalidad.
¿Cómo van logrando incorporar o variar contenidos? ¿Tienen asesores? ¿Reuniones evaluatorias?
Todo el tiempo trabajamos en equipo. Aparecen ideas todo el tiempo y vamos planificando las futuras exposiciones. Tenemos unos 20 años trabajando en exposiciones y eso nos da cierta tranquilidad. Trabajamos en equipo. A veces alguna donación nos dispara una idea. Tenemos regularmente reuniones evaluatorias. En cuando a los asesores, tenemos a especialistas como por ejemplo a Milita Alfaro, una fuente de consulta permanente y cuando tenemos alguna duda hablamos con gente especializada según el tema porque es una gran responsabilidad generar contenidos con la marca del museo.
¿Cuál crees que son la mayor fortaleza de este proyecto y los mayores desafíos a cumplir?
Como fortalezas te puedo citar dos: la temática y el equipo de trabajo. La temática del carnaval ofrece muchas posibilidades para crear historias y generar conocimiento. En cuanto al equipo de trabajo; somos curiosos, nos gusta mucho lo que hacemos y en especial salir con actividades a la comunidad, cosa que hacemos todo el tiempo. Esas son las fortalezas. Como desafíos: Llegar a más gente, que los turistas vengan y sientan que conocen algo representativo del país y de la ciudad y que el lugar esté cada vez mejor.
¿Qué secciones hay en exposición permanente? ¿Qué actividades hay? ¿Además hay un espacio que se ofrece para eventos y un gran estacionamiento?
Permanentes: Una expo de Carnaval del Uruguay, otra de candombe, los viejos tablados y las viejas troupes. Temporales: Los últimos cabezudos, los 100 años de Carlos Páez Vilaró, otra a Rosario Viñoly, otra de Tito Pastrana, otra de una murga completa, el particular vestuario de Mi vieja mula y otra sobre el Entierro del carnaval de Guichón. Esta, en particular, nos interesa mucho (al igual que otra del carnaval de Artigas), porque aspiramos a tener materiales de todo el país. Hay visitas guiadas y talleres para escolares y para cruceristas, un tablado que funciona y lo gestionan los vecinos y la Sala del Museo que está tercerizada ya que está alquilada a una productora privada que lo gestiona durante todo el año. La gente se ha acostumbrado a venir a esta zona a la que le da ahora movimiento de noche también.
¿Cuál es el público beneficiario? ¿Para quién (quiénes) está pensado este espacio? ¿Qué buscan los turistas? ¿Y los estudiantes? ¿Y los carnavaleros?
Hay muchos públicos. Esto está pensado para que todo el que venga pueda entretenerse y llevarse algo interesante. Para el turista es difícil de entender en media hora lo que es el carnaval uruguayo, pero se queda con la impresión de lo importante que es este acontecimiento que ocurre en febrero en el Uruguay. Para los estudiantes: que descubran historias y a través de ellas algo del pasado y de las artes que implica. Para los carnavaleros, en general, que vienen a buscar algo específico, buscamos que encuentren algo original y se sientan representados ellos también como carnavaleros y apelen a la memoria emotiva que los hace volver más de una vez acompañados de familiares y amigos.
¿Tienen convenios con otras entidades? ¿Quiénes son los visitantes más entusiastas? ¿Qué opinan los visitantes? ¿Tienes libro de visitas, tarjetas para que opinen los visitantes o todo se maneja por redes?
No tenemos convenios todo el año: sí hay épocas, como en el mes de mayo, en que los museos con los que se hace un convenio ofrecen a los interesados una única entrada para que puedan recorrerlos todos. Los más entusiastas pueden ser los cruceristas, que no tienen idea de esta manifestación tan importante en Uruguay, en especial el candombe. Y también los niños, que vienen con las escuelas y se divierten mucho con los talleres que son muy lúdicos. Nos importa que quienes nos visitan entiendan lo que pasa con el carnaval nuestro. Antes había un libro de visitas, pero fue quedando en desuso. El que quiere expresar algo hoy día se lo dice a la recepcionista o por las redes. Hoy el público, tengo la sensación personal, es más comunicativo.
¿Por qué y para qué mantener la calle de adoquines, cuidar el diseño de espacio luz y sonido, agregar audiovisuales y reconstrucciones de cabezudos, agregar y variar vestuarios?
Todo esto es para darle un marco visual que sea agradable, con la mayor autenticidad y para acercar mejor el público a la experiencia. Nada mejor que ver un video para entender lo que implica, para que tenga un efecto en la experiencia del visitante. Poder mostrar con sonido, con imagen, es una ventaja que nos da la temática nuestra que desde que surge, implica luces, colores, sonidos e imágenes. Buscamos que la música, lo sonoro, lo impacte, inclusive que tenga el sonido de lo callejero.
¿Qué importa más? ¿Convocar? ¿Sensibilizar? ¿Homenajear? ¿Informar? ¿Ofrecer esparcimiento? ¿Sentido estético o veracidad histórica?
Todo importa por igual. Convocar, sensibilizar, homenajear, informar y ofrecer esparcimiento. Los visitantes deben tener una experiencia amigable, entretenida y además tratamos de difundir el Carnaval, de poner en valor la temática que aborda.
Con respecto a si sentido estético o veracidad histórica: las dos son muy importantes. Con Gabriel Nieto, que es el montajista, a veces nos enfrentamos al dilema: la estética no puede ir en desmedro de las explicaciones, pero tampoco al revés, que la abundancia de explicaciones lo vuelvan aburrido. Sin duda debe tener veracidad histórica, por ello tenemos expertos a quienes se les consulta permanentemente. Si tuviera que elegir una sola me quedaría con la veracidad histórica, pero tenemos un buen equilibrio entre ambas.
¿Cómo se solventan? ¿Cobran entrada? ¿Publicidad? ¿Arriendos? ¿Merchandising? ¿Qué aporta cada organismo-parte?
El museo por ser fideicomiso cobra entrada, además se arrienda la Sala del Museo que son 1000 metros cuadrados mediante un canon que paga una empresa. A lo anterior se agrega una tienda con merchandising propio, el tablado gestionado por la comisión de vecinos, y nosotros mismos que tenemos la posibilidad de generar eventos (el museo puede generar espacios para eventos empresariales, por ej.) A todo ésto se suma el aporte de los tres organismos (MEC, Ministerio de Turismo e Intendencia de Montevideo) que hacen un aporte fijo. Tanto los sueldos, como el funcionamiento y mantenimiento se financian de esta forma.
¿Qué ideas o proyectos tienes in mente desarrollar o empezar a implementar?
Todo lo que eran proyectos los largamos este año, por suerte, como la remodelación del espacio abierto, varios murales a las figuras del candombe, y también se está terminando un proyecto de iluminación. Justamente este año nos dedicamos a terminar y concretar lo planificado.
La exposición El otro carnaval, del Carnaval de Gichón de Claudio Rama, está mostrando una faceta casi desconocida para los montevideanos de otras manifestaciones autóctonas de nuestro país, ¿será una nueva veta por explorar?
Sí, es una de las cuestiones a explorar en el mediano plazo. Poder representar el carnaval del Uruguay en general. Queremos salir al país. Sin duda esas muestras de Claudio Rama las apoyamos. Es algo de lo que tenemos que explorar y explotar para los próximos años.
Si tuvieras todo el presupuesto y tiempo a disposición, ¿qué harías?
Por un lado, trataría de que el Museo salga más por todo el país, generar más proyectos con la Universidad, con la UTU. Generar más conocimiento con respecto al carnaval. Me encantaría poder aportar más a los programas educativos de Primaria y Secundaria. El candombe, como folklore autóctono de nuestro país necesita tener más relevancia, por lo que desearía que el museo pudiera colaborar con más presencia del Carnaval en los programas de Primaria y Secundaria.